Fue fundado por Yasuhiro Konishi, quien nació en 1893
Takamatsu, Kagawa, Japón. Comenzó su entrenamiento en artes marciales a la edad
de 6 años en Muso Ryu Jujutsu. Al entrar en lo
equivalente a un colegio de secundaria, comenzó a entrenar en Takenouchi Ryu
Jujutsu, estilo muy similar al karate. A los 13 años también comienza a
estudiar Kendo (el arte japonés de esgrima con espadas
de bambú) y luego comienza estudios en la
universidad de Keio en Tokyo. Fue capitán del equipo de kendo de la Universidad
de Keio y continuó dirigiendo el club de kendo de la Universidad luego de su
graduación.
En otras
palabras, el conocimiento adquirido por el Sensei Konishi fue estrictamente del
estilo samurái, dominando tanto el combate armado como el desarmado.
Luego de
graduarse de la universidad no se encontraba satisfecho con ser un asalariado y
con el apoyo de su esposa decide renunciar a su trabajo y abrir su propio
centro de artes marciales en 1923 y lo llamó Ryobu-Kan (La casa de la
excelencia de las artes marciales) enseñando
principalmente kendo y jujutsu.
En
septiembre de 1924, Ohtsuka Hironori y Funakoshi Gichin llegaron a la sala de
entrenamiento de kendo en la Universidad de Keio. Después de la sesión de
kendo, se acercaron al profesor, El Sensei Konishi, con una carta de
presentación del profesor Sadahiro Kasuya de la Universidad de Keio. El señor
Funakoshi, que aún no era tan famoso como más tarde se convertiría, pidió a
Konishi si sería posible utilizar la sala de entrenamiento para enseñar algo
llamado “Ryukyu Kempo Toudi-jutsu” (el antiguo nombre formal de Karate de
Okinawa).
Es
importante destacar que durante esta época, era inaudito para una escuela de artes
marciales permitir que un maestro de otro sistema de artes marciales enseñara
en su dojo. Tal solicitud sería considerada un “desafío” para el dojo. Sin
embargo, el Sensei Konishi, que era algo visionario, en el sentido de que veía
valor en el entrenamiento cruzado, recordó inmediatamente un kata demostrado
durante sus días de universitario por un amigo de Okinawa llamado Aragaki, y
rápidamente aceptó la solicitud del Sensei Funakoshi, tal vez sintiendo que
esto podría ser una oportunidad de oro para sí mismo de aprender más.
El sensei
Konishi tuvo la oportunidad de compartir conocimientos e intercambiar técnicas
con grandes maestros del budo, no solo con el maestro Gichin Funakoshi, el
fundador del karate Shotokan, reconocido también como “el padre del karate
moderno” y a quien ayudó a establecer el primer club universitario del karate
en Japón; y el maestro Hironishi Ohtsuka, fundador del estilo Wado-Ryu; también
compartió con los maestros Kenwa Mabuni, fundador de Shito-Ryu; Chojun Miyagi,
fundador de Goyu-Ryu; y Choki Motobu quien era considerado por el sensei
Konishi como un genio de las artes marciales e hizo todo el esfuerzo para
entrenar con él. Además, entrenó extensamente con Kenwa Mabuni.
En
su búsqueda por ayudar a popularizar el karate, el sensei Konishi sacrificó
mucho tiempo personal y dinero. Por ejemplo, hizo que el Sensei Mabuni
residiera en su casa durante casi un año, organizó la ‘Choki Motobu Support
Society’ para el maestro Motobu (que Konishi consideró un experto brillante) y
lo más notable, pavimentó el camino para que el Karate se aceptara
Curiosamente,
la primera licencia de enseñanza del karate de todos los tiempos emitida en
Japón fue realmente un título de “kyoshi”
al mismo Sensei Konishi (un hecho que enfureció a los estudiantes de los
diferentes maestros japoneses de Okinawa / de quien Konishi había estado
aprendiendo durante tanto tiempo).
No
obstante, la mayoría de estos maestros estaban profundamente agradecidos por el
apoyo del maestro Konishi, como Chojun Miyagi (Goju-ryu) por ejemplo, quien
presentó a Konishi un manuscrito original, (“Un esquema de Karate-Do”, 23 de
Marzo, 1934), que a la fecha sigue siendo uno de los textos más sagrados sobre
la historia verdadera del karate, los objetivos y los valores originales.
Como
el Karate se estaba ahora extendiendo a lo largo y ancho de todo Japón, en gran
parte gracias a los esfuerzos inquebrantables del Sensei Konishi, él finalmente
decidió unir el conocimiento de sus grandes maestros y nombrar su propio estilo
de karate.
Konishi
creía que si se caminaba en una senda correcta moralmente durante esta vida,
entonces se estaba transitando de manera natural la vía divina. Es decir, si se
entrena karate de manera natural y se domina el cuerpo, se expande el
conocimiento y la experiencia y se establece una fundación sólida para vivir
naturalmente una vida moralmente correcta.
Por lo
tanto su estilo, bajo la recomendación del maestro Morihei Ueshiba, fundador
del Aikido, con quien creó el kata llamado Seiryu; vino a formar el
Para
el tiempo en el que el sensei Konishi falleció, él estaba profundamente
impresionado por el hecho de que el karate fuera tan ampliamente reconocido por
el público en general – el hecho de que pudiera haber obtenido mucha fama no le
preocupaba. En su celebración tradicional japonesa “beiju” (conmemorando sus 88
años de edad), Konishi celebró uno de sus últimos discursos:
“Las
cosas que un hombre puede hacer a lo largo de su corta vida puede ser muy poco,
pero cualquier persona puede lograr al menos una gran cosa si uno intenta lo
mejor de uno, sin esperar demasiado. […] El éxito podría ser el mejor, pero
incluso si uno no logra lo que uno esperaba, el hecho de que uno intentó lo
mejor de uno debería ser reconocido y eso tiene un significado para la propia
vida “.
En
1983, Yasuhiro Konishi falleció, confiando a su hijo Takeshiro (quien más tarde
cambió su nombre a Yasuhiro en memoria de su padre) con los asuntos futuros.